El puente
Hay puentes de amor y puentes de guerra, hay saltos sobre el océano con botas de plomo. Los idiomas se hablan y aman entre ellos pero a veces parecen odiarse. Jon Kortazar vuelve a ejercer de meticuloso quitaminas en Montañas en la niebla, y envía cartas al otro lado como granadas o frutas, o palomas, o fresas con nata y poemas de tierra. El vecino curioso se lo agradece.
Seis poetas vascos pasan así la frontera a menudo impenetrable que separa a los pueblos. El adobo de prejuicios se disuelve, el burka de la incomprensión cae como una nube y deja a los sentimientos desnudos. Somos iguales porque somos diferentes.
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