22 marzo 2006

De fuera vendrán


Alguien dijo que es judío todo aquel a quien los demás consideran judío. Y es cierto que a menudo la mejor manera de conocernos, definirnos y explicarnos es por medio de una voz ajena a nuestra idiosincrasia, unos ojos atónitos o vírgenes ante nuestro paisaje humano, un espejo traído desde el extranjero que jamás nubló nuestro vaho ni rompió nuestra castradora vanidad. En suma, un curioso impertinente.

Algo de eso, y de muy afilada pluma, y de muy certero observador, tenía el andarín Roberto Arlt, que nos visitó en tiempos previos a los más oscuros, y nos describió, y nos alabó o compadeció en sus Aguafuertes vascas. Sin difuminar su juicio tras el velo de la corrección política contó lo que vio a sus lectores argentinos. ¿Qué pensarían ellos de nuestros abuelos?

09 marzo 2006

Destino: Vasconia


Se podrá estar de acuerdo o no con él, pero nos atraemos como imanes enamorados. En realidad, él parece necesitar tanto nuestra existencia, la de los vascos, como nosotros la suya. Aquí hay quien lo da por extranjero, y él mismo asume y hasta potencia esa imposible condición. Pero en el fondo de un mutuo desdén se advierte el latido de esas parejas nunca del todo derrotadas, esos cuerpos que aun despreciándose y vilipendiándose en público mantienen un leve contacto, un dedo de Miguel Angel que respira en privado.

En Cambio de destino, Jon Juaristi vuelve a meter el cuchillo en su historia que es la nuestra, en su deriva, derrote, andar o desfile que a veces indigna, otras enternece y siempre entretiene. Se podrá estar de acuerdo o no con él, pero sus obras enganchan como el abrazo de la heroína, que aún odiándose atrae, golpea y excita. A él le ocurre lo mismo con la tierra que le vio nacer. Sufre un mono melancólico aunque no lo reconozca.